La nueva legislación supone un paso adelante para la protección de los derechos de la infancia en Europa


BRUSELAS

Considerando que Bélgica ha promulgado una nueva ley que prohíbe la detención de menores por motivos de inmigración, se impide el internamiento de niños en centros cerrados. Esta medida positiva forma parte de un conjunto más amplio de reformas migratorias que también incluyen medidas más estrictas sobre devoluciones forzosas, reagrupación familiar y pruebas sanitarias obligatorias.

La prohibición de la detención de menores inmigrantes en Bélgica es un paso adelante muy positivo. La medida se ajusta al derecho internacional, que establece claramente que la detención de inmigrantes nunca responde al interés superior del menor y que es una forma de violencia contra los niños. La nueva ley garantiza ahora que los niños belgas, solos o acompañados, no serán sometidos a la experiencia perjudicial e innecesaria de la detención relacionada con su situación migratoria.

Pero aunque la nueva ley pone fin a la detención de niños en centros cerrados, sigue permitiendo que se les mantenga en las llamadas «casas de retorno», instalaciones semicerradas que albergan a familias migrantes que están a la espera de una decisión sobre su caso de asilo, su expulsión del país o su retorno voluntario.

Los cambios en la política migratoria belga también incluyen nuevas medidas problemáticas. Junto a la prohibición de la detención de menores, las reformas introducen políticas dirigidas a aumentar el índice de expulsiones forzosas, restringir la reunificación familiar e imponer pruebas sanitarias obligatorias.

Si bien la prohibición del internamiento de menores es un paso adelante muy positivo, estas nuevas medidas son preocupantes y corren el riesgo de vulnerar los derechos humanos de migrantes y refugiados. IDC y sus miembros en Bélgica seguirán colaborando con el gobierno belga para mejorar la protección de los menores y desarrollar alternativas a la detención que protejan a todos los migrantes y refugiados.

 

Un avance bienvenido

IDC celebra la prohibición de la detención de menores e insta a otros países a seguir el ejemplo de Bélgica. Su directora ejecutiva, Carolina Gottardo, elogió la medida como un paso crucial hacia la protección de los derechos de los niños.

«Bélgica ha dado un poderoso ejemplo a otros países de Europa y de otros continentes al garantizar que ningún niño se enfrentará al trauma de la detención debido a su condición de inmigrante. Se trata de un importante paso adelante en la protección de los derechos fundamentales de los niños. Es aún más importante en el contexto del nuevo Pacto de Migración y Asilo, que aumenta la probabilidad de detención de menores inmigrantes.»

«Bélgica va en la buena dirección mientras Europa retrocede. Instamos a otros países a que tomen medidas inmediatas para abolir la detención de niños inmigrantes y sigan el ejemplo de Bélgica en la defensa de las normas internacionales de derechos humanos.

«Todos los niños, en todas partes, deben ser tratados con dignidad y respeto.»

Una preocupación mundial

La cuestión de la detención de niños inmigrantes es una preocupación acuciante en todo el mundo, con cientos de miles de niños afectados por las prácticas de detención de inmigrantes cada año. A pesar de la condena internacional, muchos países siguen deteniendo a niños, solos o con sus familias, lo que provoca importantes daños psicológicos y de desarrollo, y esta práctica prevalece actualmente en Europa.

La decisión de Bélgica llega en un momento en que la Unión Europea se prepara para aplicar su nuevo Pacto de Migración y Asilo, un polémico marco político que probablemente aumentará el uso de la detención -incluida la detención de menores- en toda Europa.

IDC y otras organizaciones de derechos humanos piden a la UE que garantice que los derechos de los niños estén en primera línea de sus políticas migratorias y que se respeten las leyes y normas internacionales de derechos humanos. El derecho internacional establece claramente que nunca está justificada la detención de menores inmigrantes. La medida de Bélgica de prohibir la detención de menores es un avance positivo en la protección de los derechos de los niños y sienta un precedente para otras naciones.

Mientras países de todo el mundo lidian con la política migratoria, sigue siendo urgente la necesidad de políticas humanas y basadas en los derechos. El ejemplo de Bélgica demuestra que es posible avanzar, pero también pone de relieve la necesidad de vigilar para garantizar que se respetan los derechos humanos fundamentales de todas las personas, independientemente de su situación migratoria.