Una versión de este artículo se publicó originalmente en la Actualización de la Política del Programa europeo para la integración y la migración (EPIM) en febrero de 2019

 

¿Cuál es el avance que estamos logrando hacia el cambio para reducir la detención migratoria? Ésta fue la pregunta principal que nos hicimos con los socios de la Red Europea de Alternativas a la Detención (ATD en sus siglas en inglés) cuando nos reunimos para nuestra cuarta reunión regular en Bruselas en febrero.

El contexto se dificulta con la intensa presión política para solucionar la crisis percibida de la migración en la región. Mientras la política de la UE está fomentando más detención a mayor plazo para aumentar el regreso y evitar el movimiento secundario, varios países están planeando ampliar el uso de la detención. La oposición eficaz a la detención se está haciendo cada vez más difícil conforme los gobiernos creen que no tienen más opción que hacer algo.

Creada en marzo de 2017, la Red Europea de ATD es un espacio para crear estrategias para un futuro diferente a la distopía inminente de ampliar la detención masiva en Europa, porque para lograr una reforma contraria a la detención migratoria, creemos que debemos convertirlo en un problema político y brindar soluciones. La Red conecta a socios de las ONG que ejecutan programas piloto de alternativas a la detención para la gestión de casos en Bulgaria, Chipre, Polonia y el Reino Unido, con IDC y PICUM.

Empezamos desarrollando una teoría común del cambio, estableciendo la manera en que implementar pequeños programas de alternativas en cuatro países podría generar aprendizajes, evidencia e inercia para trabajar hacia ampliar las alternativas y reducir la detención. Buscamos abordar los obstáculos clave en Europa: falta de práctica y evidencia de alternativas a la detención basadas en el compromiso y una participación limitada de las ONG para una promoción basada en soluciones en torno a las alternativas.

Fue y es una estrategia desafiante. ¿Pueden las pequeñas ONG, haciendo una gestión de casos estructurada con un pequeño número de personas migrantes en cuatro países, ser realmente la semilla de un cambio más amplio en una Europa cada vez más esclavizada por el populismo y la xenofobia?

Dejados a sus propios recursos, es probable que los gobiernos propongan formas cada vez más extremas de coerción y detención, porque esas son las herramientas que tienen. ¿Las alternativas a la detención de la sociedad civil, basadas en la gestión de casos de alta calidad, pueden mostrar que el compromiso con las personas migrantes en la comunidad funciona mejor para todos?

Casi dos años después, aunque el optimismo geopolítico en general es aún más escaso, la Red está viendo un progreso real sobre nuestra estrategia. Está aumentando la inercia en torno a las alternativas: la Comisión Europea está haciendo una inversión política significativa en las alternativas que involucran a la sociedad civil, mientras una gama de interesados regionales, nacionales y locales está explorando, promoviendo y colaborando cada vez más en torno a las alternativas a la detención.

Y ahora tenemos evidencia para apuntar a la: primera evaluación independiente de EPIM sobre programas piloto, la cual muestra que 97% de las personas migrantes se mantuvieron comprometidas (en países que frecuentemente tienen altos índices generales de movimiento secundario) y que la gestión de casos tuvo un impacto positivo hacia la resolución de casos en el 88% de los casos. Los hallazgos cualitativos nos están ayudando a enmarcar la discusión con los tomadores de decisiones para abordar toda la complejidad del fortalecimiento de los sistemas migratorios, en vez de limitarse a mediciones aproximadas de las cifras de retorno a corto plazo.

 

Pero logros menos obvios son igual de significativos. La Red se ha convertido en un eje de aprendizaje entre aliados de confianza y más allá. La semana pasada en Bruselas intercambiamos con las ONG de diversos otros países que están trabajando sobre las ATD como estrategia, desde Grecia y Lituania hasta Bélgica y Eslovaquia. Este compromiso de la sociedad civil a nivel nacional es esencial para convencer a los países de sumarse a las alternativas que realmente pueden conducir a reducir la detención.

Hemos visto esto en el Reino Unido, donde las campañas estratégicas vinculadas a la promoción en torno a un programa piloto de alternativas a la detención han sido exitosas para lograr un cambio. En julio de 2018, el gobierno hizo un compromiso de alto perfil para financiar mayores proyectos de alternativas dirigidas por las ONG como parte de la reforma a la detención que ya ha visto una disminución del 40% en el número de personas en detención.

Hay muchos desafíos en curso contra los que luchar, entre otros, cómo podemos desarrollar alternativas en contextos políticos complejos y trabajar con las personas migrantes para resolver sus casos cuando existen muy pocas opciones. También es una estrategia a largo plazo, como lo demuestra la experiencia del Reino Unido.

Pero a pesar de estos desafíos, hubo un alto nivel de confianza en nuestra reunión de la Red. En una época con presión sin precedentes a favor de la detención regional, hubo una sensación de que este creciente movimiento en torno a las alternativas puede ser un catalizador del cambio hacia sistemas de gestión migratoria que producen mejores resultados para las personas migrantes, las comunidades y los gobiernos sin depender de la detención.

Para más información, consultar:

La Red Europea de ATD tiene el apoyo de EPIM. Consultar también EPIM Call for Proposals: “Unlocking Alternatives. Piloting new pathways to migrant case resolution.” La fecha límite para propuestas es el 4 de abril de 2019.