Durante los últimos meses, las prácticas de detención migratoria en todo el mundo han estado cambiando rápidamente a medida que los actores estatales y de la sociedad civil responden para manejar los múltiples impactos de COVID-19. En algunos casos, estos cambios han sido positivos y han dado lugar a una mayor protección de los derechos de los no ciudadanos. En otros, han conducido a una mayor marginalización y discriminación de los no ciudadanos. 

Al colaborar con HADRI para producir esta colección editada en conjunto, IDC buscó proporcionar una plataforma para que nuestros miembros y socios dialoguen sobre sus experiencias, acciones y perspectivas a medida que la pandemia se desarrolló alrededor del mundo. Las contribuciones son ricas y diversas, mostrando el impacto que COVID-19 ha tenido en las comunidades de refugiados, migrantes indocumentados y apátridas en todo el mundo. La colección editada cubre la respuesta de los grupos de la sociedad civil a la detención migratoria, destacando una mayor preocupación por la detención de no ciudadanos expresada en mítines, peticiones y otras formas de protesta. También revisa las intervenciones legales que han conducido a la liberación de personas detenidas, algunas, desafortunadamente, hacia condiciones de indigencia y falta de vivienda.   

COVID-19 no discrimina, pero las leyes, políticas y prácticas relacionadas con la gobernanza de la migración, la detención migratoria y los servicios de salud pública forman la vulnerabilidad de las personas migrantes y refugiadas ante su propagación y efectos. Las contribuciones de esta colección editada en conjunto destacan desarrollos tanto positivos como negativos a lo largo del año que requieren una atención cuidadosa (y en algunos casos, una corrección urgente) para la salud y el bienestar de todos. Informe disponible en inglés.

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