Organizaciones conforman observatorio para monitorear la situación de derechos humanos en la ruta migratoria del Darién

  • Este observatorio es el primero en monitorear la zona que abarca desde la región de Urabá, Colombia, hasta la frontera sur de Costa Rica.
  • Está conformado por organizaciones locales, regionales e internacionales de diferente índole, lo que permite un entendimiento transfronterizo y multidisciplinario de las dinámicas en la región.

 

Hoy, más de 15 organizaciones de sociedad civil, centros de pensamiento y academia han lanzaron el Observatorio de Movilidad Humana del Darién y otras rutas alternas, con el fin de monitorear la situación de derechos humanos en esta ruta migratoria. Su conformación responde a la necesidad de comprender en mayor profundidad la multiplicidad de desafíos que enfrentan las personas en situación de movilidad humana que transitan por la región del Darién y trabajar colectivamente para garantizar la protección de sus derechos.

A partir del monitoreo, el Observatorio tiene como objetivo compartir información precisa y actualizada que facilite la comprensión y el abordaje de estas dinámicas migratorias. Así como elevar recomendaciones de políticas y prácticas basadas en los hallazgos, dirigidas a todos los actores interesados, especialmente a los Estados involucrados, con la intención de alertar sobre violaciones de derechos humanos y brindar insumos para mejorar el desarrollo de respuestas integrales.

“El Darién constituye una de las rutas más peligrosas de América Latina y quienes la transitan se encuentran en situaciones de extrema vulnerabilidad. Es fundamental recordar que los Estados, incluso los de tránsito, tienen la obligación de garantizar el acceso a derechos fundamentales, como el refugio, la salud, la alimentación, entre otros. Sin embargo, en la actualidad las políticas migratorias están forzando a las personas migrantes a tomar otras rutas, por ejemplo marítimas, que exponen aún más su integridad y su vida. En este sentido, es necesario profundizar en alternativas que brinden mayor protección a sus derechos”, mencionó Claudia Paz y Paz, directora del programa para Centroamérica y México del Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL).

Durante el 2023, más de 500.000 personas migraron por esta ruta con destino final a Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades panameñas estiman que en este 2024 el registro podría ser al menos un 20% mayor, superando las 600,000 personas aproximadamente. A esto se suman las diversas formas de violencia que se experimentan en la ruta, como desapariciones forzadas y robos, perpetrados por grupos armados. Un aspecto alarmante es el aumento de denuncias de violencia sexual en el Darién: 328 registradas este año por Médicos Sin Fronteras hasta marzo, frente a las 676 que hubo durante todo 2023. Además, este año, se documentaron 113 casos en una sola semana de febrero.

Asimismo, ya han comenzado a implementarse los acuerdos firmados entre Panamá y Estados Unidos, mediante los cuales se deporta por vía aérea a personas migrantes en condición irregular hacia sus países de origen, lo que compromete seriamente sus posibilidades de acceder adecuadamente a asistencia humanitaria y al derecho al asilo.

En este sentido, el Observatorio insta a los Estados a crear medidas que atiendan las necesidades de las personas en situación de movilidad humana en el Darién y otras rutas alternas y, comprendan las complejidades de sus realidades a fin de fomentar soluciones basadas en derechos humanos, funcionales a largo plazo.

“El Darién no es solo un lugar de tránsito de riesgo extremo en una ruta continental de personas migrantes forzadas, sino que es también la expresión de las crisis políticas, socioambientales, económicas, de protección e integración que atraviesan nuestra región. Esta ruta va más allá de Colombia o Panamá y por lo tanto, se requiere de un compromiso real de los Estados de la región que garantice los derechos de las personas, su protección y dignidad. Lo que se vive en el Darién debería llevarnos a cuestionar el costo de las políticas que resultan ineficaces, las estadísticas evidencian que la contención y la militarización no han detenido la migración; por el contrario, aumentan los riesgos y las violencias a las que están expuestas las personas en su tránsito. Mientras una sola persona sea vulnerada en su dignidad o muera en el camino, las políticas deberían considerarse un fracaso”, mencionó María Teresa Urueña, responsable de incidencia política de la Red Jesuita Con Migrantes (RJM – LAC).

El Observatorio del Darién hace un llamado a los Estados, a las organizaciones gubernamentales y a otros actores relevantes a sumarse a estos diálogos para construir conjuntamente un enfoque que respete los derechos humanos y promueva la movilidad protectora, informada y acompañada.

Las organizaciones participantes que hasta el momento conforman el observatorio son:

 

  • AfroResistencia
  • Asociación Centro de Derechos Laborales sin Fronteras de Costa Rica
  • Asociación Promoción Claretiana para el Desarrollo
  • CENDEROS
  • Centro de Estudios de Derecho, Justicia y Sociedad (Dejusticia)
  • Center for Gender & Refugee Studies (CGRS)
  • Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL)
  • Consultoría para los Derechos Humanos y el Desplazamiento–CODHES
  • Espacio Encuentro de Mujeres
  • Fundación Ideas para la Paz (FIP)
  • Fundación Refugiados Unidos
  • Instituto Sobre Migración y Refugio LGTBIQ para Centroamérica IRCA CASABIERTA
  • International Detention Coalition
  • Red Franciscana para Migrantes
  • Red Jesuita Con Migrantes (RJM – LAC)
  • The Washington Office on Latin America (WOLA)
  • Observatorio de Movilidad Humana y Protección Internacional adscrito a la Clínica Jurídica GAPI de la Universidad Icesi, Cali, Colombia.