La detención migratoria hace referencia a la práctica gubernamental de detener o privar de su libertad a personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes para fines administrativos y por lo general, para establecer su identidad, facilitar una declaración migratoria o de protección, o reclamo o para efectuar su remoción del país.

La detención migratoria hace referencia a la práctica gubernamental de detener o privar de su libertad a personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes para fines administrativos y por lo general, para establecer su identidad, facilitar una declaración migratoria o de protección, o reclamo o para efectuar su remoción del país.

Los estándares internacionales establecen que la detención migratoria debe ser utilizado como último recurso y sólo cuando sea razonable, necesaria y proporcional a un fin legítimo del gobierno. Un fin legítimo para la detención de personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes es igual a un fin legítimo para la detención de cualquier otra persona: cuando alguien presenta un riesgo de fuga de futuros procesos judiciales o administrativos o cuando alguien presenta un peligro para su propia seguridad o para la seguridad pública. En todos los casos, la detención migratoria solo se debe utilizar como último recurso, después de haber explorado alternativas a la detención para cada caso individual.

Lamentablemente, el uso de la detención migratoria innecesaria está creciendo, y es claramente endémica para la gestión de migraciones complejas. A nivel mundial, millones de personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes corren el riesgo de ser puestos en detención migratoria cada ano. En la realidad, personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes frecuentamente son sujetas de detención arbitraria o ilegal y pueden ser detenidos durante meses o en algunos casos años, muchas veces en condiciones antihigiénicas y de hacinamiento, por debajo de las normas internacionales.

Frecuentemente, la detención migratoria se caracteriza por tener poca o ninguna supervisión independiente, y en muchos países, está entre las áreas más opacas de la administración pública. Muchas violaciones de derechos humanos ocurren y pueden ocurrir en estas circunstancias y los impactos físicos y psicológicos de la detención migratoria, incluso para un tiempo limitado, están bien documentados. Mujeres, niñas, niños y adolescentes son entre los más vulnerables a la violencia y abuso en lugares de detención migratoria, y varios estudios han demostrado que incluso periodos cortos de detención pueden tener repercusiones en la salud física y mental de las personas para toda la vida.