El 20 de febrero del 2015, una corte federal ordenó un alto inmediato a la práctica de detener a familias migrantes con el fin de disuadir a otras personas de migrar a los Estados Unidos. El la suspensión provisional se da en respuesta a la demanda presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) y rechaza el argumento del gobierno de Estados Unidos de que la detención era necesaria para prevenir un ingreso masivo de migrantes que pusiera en riesgo la seguridad nacional. La corte señaló que,

“ Invocar las palabras mágicas ‘seguridad nacional’ sin mayor comprobación, simplemente no es suficiente para justificar la privación de la libertad.” 

Desde que el gobierno de EUA regresó a la práctica dañina de la detención de familias migrantes en 2014, los niños, niñas y adolescentes que huyen de sus países de origen solos o en compañía de sus familias y que han probado su necesidad de protección siguen siendo detenidos bajo argumentos de seguridad nacional, con el fin de ‘servir como ejemplo’. La decisión de la corte afirma que los gobiernos deben realizar una evaluación individualizada de la necesidad de la detención, caso por caso; y que la detención con fines disuasorios nunca debe ser considerada como un elemento para privar a alguien de su libertad.

De hoy en adelante, todas las decisiones sobre la liberación de familias migrantes deben ser tomadas de acuerdo con este criterio, y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha instruido a su personal a revisar los casos de mujeres, niños, niñas y adolescentes que actualmente se encuentran en detención. Aunque se considera esta decisión es un paso en la dirección correcta, los niños, niñas y adolescentes nunca deben ser detenidos por motivos migratorios, tal y como lo establecen los estándares regionales e internacionales.

Los miembros y socios del IDC confían en que la decisión de la Corte ayude al gobierno de EUA, así como a otros gobiernos, a evitar el uso innecesario de la detención migratoria.